Un blog para historiadores

Este espacio está destinado a los compañeros de la asignatura Iniciación a la investigación histórica que cursan en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Es un lugar para compartir herramientas e ideas sobre la materia, pero también para enriquecer los conocimientos fuera del aula y ampliar nuestra formación como humanistas.



jueves, mayo 26, 2011

Monografía

El término monografía se utiliza, en un sentido amplio, para denominar los escritos de trama argumentativa y función informativa que organizan, en forma analítica y crítica, datos sobre un tema recogidos en diferentes fuentes.
En nuestro medio, por ejemplo, muchos profesores piden a sus alumnos que realicen una monografía sobre un tema específico, mientras que algunas escuelas la exigen como cierre de una etapa o ciclo. Si bien las situaciones son distintas, hay reglas, tradiciones, particularidades, que resultan comunes.

Al realizar una monografía, entre otros saberes, se aprende a:
• delimitar un problema
• descubrir y reunir información adecuada
• clasificar los materiales
• establecer contactos con personalidades e instituciones
• acceder a la información y ejercitar el espíritu crítico
• comunicar los resultados por escrito y expresarse oralmente frente un auditorio


Una monografía se considera científica si cumple con las siguientes pautas:
• Trata un objeto de estudio (tema) de manera tal que pueda ser reconocible para los demás.
• La investigación dice cosas sobre ese objeto que no se han dicho antes o lo aborda desde una óptica distinta de la ya difundida.
• Es útil a los demás.
• Proporciona elementos que permitan confirmar o refutar las hipótesis que presenta, de manera tal que otros puedan continuar el trabajo o ponerlo en tela de juicio.

En este texto encontrarás algunos tips y recomendaciones para escribir una monografía de calidad profesional. También es muy importante que tengas en cuenta las normas mínimas de redacción y ortografía cuando redactes tu trabajo final.

Las etapas de la investigación: la etapa expositiva (4-4)

Después de establecer el plan de trabajo, reunir, organizar y sistematizar materiales, y cotejar, comparar, analizar y reflexionar sobre la información encontrada, la última etapa de la investigación consiste en dar a conocer los resultados. Existen variadas formas para exponer el conocimiento creado a partir del proceso de investigación (ponencias, artículos, guiones museográficos, guiones cinematográficos, conferencias, etcétera), aunque la más común es la monografía.

Estos son los pasos más importantes que se deben dar para la redacción final de un trabajo de investigación:
• Redacción de los borradores.
• Evaluación intermedia: a partir de una relectura detallada de los borradores, se pueden hacer los ajustes necesarios. También se puede consultar nuevamente a las personas idóneas. Si es necesario, se debe modificar la planificación inicial.
• Plan de redacción definitivo: se ajustan los títulos para exponer el trabajo, párrafos, cantidad de páginas, gráficos, etc.
• Redacción definitiva: se procede a dar los últimos pasos en la escritura de la investigación.
• Redacción de las conclusiones, la introducción y el índice (en este orden).
• Relectura final: lectura en voz alta del trabajo, cuidado de la presentación.

miércoles, mayo 18, 2011

18 de mayo: Día Internacional del Museo

Hoy es el día internacional del museo, disfrútalo visitándo los más de 150 museos de la ciudad de México.

Divulgación, investigación y actualización, las tareas de un museo, mencionó Witker
PAULA CARRIZOSA. La Jornada de Oriente, 18 mayo 2011.


México, después de Brasil, es el país que cuenta con el mayor número de museos en Latinoamérica, pues existen unos mil 400 recintos que se sitúan en el territorio nacional. Para el especialista Rodrigo Witker, más que abrir otros espacios de este tipo, urge que los que existen cumplan con la divulgación, la investigación, la especialización y la actualización, las principales tareas de un museo del siglo XXI.
En 1977, el Consejo Internacional de Museos estableció el 18 de mayo como el día internacional de los museos con el objetivo de ponderar el papel de estos espacios como medios importantes para el intercambio cultural, y como herramientas de educación y apropiación del patrimonio de una comunidad.
Witker, quien cuenta con una destacada carrera en el ámbito de la museología y museografía ofreció una entrevista a La Jornada de Oriente para platicar acerca de la situación actual de los museos y para informar sobre el diplomado La construcción de los discursos museográficos, que impartirá del 3 de junio al 3 de septiembre en el Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades “Alfonso Vélez Pliego”.
El experto mencionó que los museos no son un espacio de almacenamiento de piezas, sino un lugar en donde se condensa el patrimonio tangible, intangible y material.
A pesar de que en el país existen entre mil 300 y mil 400 recintos museísticos, lamentó que ese número “se queda corto”, debido a que son más las expresiones culturales, pues “todos los aspectos de la vida son museables” (sic).
Al respecto, notó que en México existen museos de todo tipo que están dedicados a personajes o épocas particulares, a manera de colección de objetos singulares; también están los históricos, los populares y los particulares.
Para Rodrigo Witker, los museos comunitarios son característicos del país, ya que existen entre 400 y 500. “Este tipo de estructura es única a nivel internacional y es significativa porque rescata lo que no se considera, por desgracia, como parte del patrimonio cultural”, destacó.
Recalcó que a pesar de la variedad de temas, sucesos y épocas que se abarcan en los museos mexicanos, hay un claro retroceso en sus funciones: existe poco rescate, poca promoción y difusión y un menor compromiso con la investigación y la capacitación de sus representantes.
Otro pendiente es que se han dejado fuera temas tan importantes como el patrimonio industrial, que en México tiene gran importancia e historia.
Sobre los directivos, señaló que éstos deben de tener en cuenta dos cosas: 1) no es un escaparate público y 2) es una responsabilidad y no una carga que se va arrastrando.
Las principales carencias de un museo, prosiguió Rodrigo Witker, no sólo son económicas o de infraestructura, sino de falta de formación profesional de quienes lo integran; por ello, agregó que los directivos deben dejar a un lado la idea del “estado sobre protector”, ya que el gobierno no tiene la obligación de subsidiar.
Un recinto es una labor compartida entre la iniciativa privada y el sector público. Un ejemplo de ello es el Museo Amparo, y lo contrario son algunos espacios administrados por el Instituto Nacional de Antropología e Historia, en los que “hasta da pena entrar”.

martes, mayo 17, 2011

Biblioteca Nacional de Antropología e Historia

Uno de los más importantes repositorios de nuestro país y el más importante de su especialidad en Latinoamérica es la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia "Eusevio Dávalos Hurtado", que lleva este nombre en honor al científico y ex director del Museo Nacional de Antropología y del INAH.

Como órgano dependiente del INAH, la BNAH es también el centro coordinador de las 67 bibliotecas con que cuenta el instituto en todo el país.
Su origen data de 1825, cuando se fundó el Museo Nacional, antecesor de los actuales museos nacionales de Antropología y de Historia. Si bien en 1888, por iniciativa de Francisco del Paso y Troncoso se inauguró formalmente como biblioteca del Museo Nacional, fue en 1939 cuando se le concibe y reconoce como un órgano independiente del museo, el cual cambió su sede al espacio actual que ocupa en el edificio del MNA en 1964.

Aunque muchas personas creen que la biblioteca sólo contiene obras de temática prehispánica, su vastísimo acervo cuenta, además de códices, con manuscritos de la Inquisición y colecciones documentales de diversas temáticas desde el siglo XVI al XX, periódicos de los siglos XIX y XX, libros de diferentes órdenes religiosas (franciscanos, jesuitas, agustinos, carmelitas, etc.), libros raros e incunables, revistas especializadas, planos, mapas, anales, libros de oraciones y testimonios grabados de personas que vivieron durante la Revolución de 1910, así como tesis e investigaciones actuales, sobre todo de egresados de la Escuela Nacional de Antropología e Historia que tienen como obligación donar dos ejemplares de sus investigaciones a la BNAH, además de un creciente acervo digital que pone a disposición de los usuarios una gran cantidad de materiales pa su consulta directa, algunos de los cuales ya se pueden obtener en el sitio de la Biblioteca Digital Mexicana.

Aquí puedes consultar el Cátalogo de la BNAH, donde están registrados todos los libros de la colección general.
En esta página puedes obtener información sobre los acervos, servicios y otros datos de interés sobre la BNAH.
La biblioteca también cuenta con una página web para dar un recorrido virtual.
El cuestionario sobre la visita guiada lo encuentras aquí.